¡Año nuevo, vida nueva! Comienza 2017: 365 oportunidades para hacer las cosas mejor que nunca, dejar atrás las malas costumbres e incorporar a nuestras rutinas nuevos hábitos positivos para la salud del planeta.

  1. ¿Qué tal si empezamos diciendo adiós al plástico? Usa bolsas de tela y sustituye las botellas de plástico por botellas reutilizables de acero inoxidable y 100% libres de BPA (como nuestras Greeny Bottles). No compres agua embotellada ni pidas comida para llevar pues, implica una cantidad exorbitante de desperdicios y además, el unicel tarda unos mil años en degradarse.
  2. Menos papel. Las nuevas tecnologías ayudan a reducir el uso de papel. Imprime solo lo necesario y reutiliza el papel tantas veces como puedas. De este modo, evitarás la tala de muchos árboles.
  3. Adopta plantas en peligro de extinción y evita que se pierdan algunas especies vegetales. Busca en Internet alguna existente en tu país y súmate a esta genial idea.
  4. Menos coche. Más bici y más caminar. Ahora, después de la cantidad de comidas copiosas que hemos ingerido en Navidad, nos vendrá muy bien hacer algo de ejercicio, respirar aire puro y fresco y dejar atrás esos kilos de más. Si la distancia de nuestro trayecto nos obliga a usar un vehículo a motor, optaremos por el transporte público. Ahorra en combustibles y haz todo lo posible para no contaminar el medio ambiente.
  5. Recicla. Casi la mitad de la basura doméstica es materia orgánica por lo que su separación y posterior reciclaje es indispensable a la hora de disminuir los costes económicos y el impacto que la basura tiene en el medio ambiente. ¿Sabías que cada tonelada de papel reciclado salva la vida de doce árboles? Un solo litro de aceite, puede contaminar 1.000 litros de agua. Jamás tires el aceite usado por el fregadero, guárdalo en un envase para deposítalo en un punto limpio o úsalo para fabricar ceras, velas, pinturas, barnices, fertilizantes, cremas o combustibles biodegradables. El reciclaje solo trae ventajas: Reduce la cantidad de basura (cerca del 90 % de lo que entra en los hogares sale como desecho), ahorra energía, ahorra recursos naturales (casi la mitad del hierro que se utiliza en la fabricación mundial de acero se obtiene de la chatarra. Por esa via se logra el ahorro del 75% del agua que se hubiera usado para obtenerlo del mineral proveniente de las minas), Nos hace ahorrar dinero (en general el material reciclado tiene menor valor), genera nuevos empleos (por cada millón de toneladas de desechos que se reciclan se crean 2.000 puestos de trabajo), protege el medio ambiente, evita la formación de nuevos basureros, colabora con la recuperación de los suelos (abono), elimina la generación de contaminantes del aire (gases y malos olores), impide la proliferación de plagas y roedores, ayuda a preservar los bosques y protege las aguas superficiales y la subterráneas.
  6. Desconecta los aparatos eléctricos que no estés utilizando. Los aparatos electrónicos que puedes encender o apagar mediante el uso de un control remoto no se apagan del todo hasta que no los densenchufas. Prueba de ello es la lucecita o pequeño piloto luminoso que indica que no están apagados si no en stand by, lo que significa que siguen consumiendo energía, aunque no se estén usando. Si desenchufas los electrodomésticos, además de ayudar a cuidar el planeta también terminarás ahorrando dinero en energía, ya que gran parte del consumo de energía se debe a todos los aparatos electrónicos que están en stand by.
  7. ¡Cuidado con la e-basura! Cada año se generan en todo el mundo más de 40 millones de toneladas de residuos eléctricos, conocidos como chatarra electrónica. Montañas infinitas de frigoríficos, ordenadores, televisores, hornos, teléfonos, aparatos de aire acondicionado, lámparas, tostadoras y otros artilugios, con un peso total que septuplica al de la Gran Pirámide de Giza. Los grandes productores de estos desperdicios por persona son Estados Unidos y la Unión Europea, y los países emergentes, como China, generan una cantidad cada vez mayor. Solo una pequeña parte de esta chatarra —en torno al 15,5% en 2014— se recicla con métodos eficaces y seguros desde el punto de vista medioambiental. Jamás mezcles tu basura electrónica con el resto de resíduos que se generan en tu hogar. Asegúrate de verter la chatarra electrónica en contenedores especiales para ello.
  8. Crea y/o apadrina espacios verdes. Haz un cultivo en tu casa. Está comprobado que un contacto mínimo con la naturaleza (incluso en una fotografía) te hace más feliz. Cualquier espacio verde mejora la temperatura y devuelve humedad a la atmósfera. Construir un espacio verde en tu casa es una obra que beneficiará a muchas personas a tu alrededor. Si tu hogar no permite la creación de un espacio verde o, ya tienes tu espacio verde en casa pero quieres hacer más, apadrina un espacio verde de tu ciudad. Será tu responsabilidad cuidarlo, pero también será una de las satisfacciones silenciosas más poderosas en tu vida.
  9. Consume más productos locales, caseros y ecológicos. El uso de productos tóxicos para la limpieza del hogar no solo contamina el medio ambiente, además puede ser perjudicial para nuestra salud y la de nuestras mascotas. Fabrica productos de limpieza caseros. Consumir productos ecológicos, a ser posible comprados en mercados locales, es una de las medidas más saludables para el planeta, se reduce la contaminación por pesticidas y plaguicidas y la huella ecológica se reduce al máximo. Greenpeace ha demostrado la peligrosidad de utilizar productos de higiene y cosmética fabricados con productos químicos de síntesis. Un buen propósito para este nuevo año es conocer y utilizar la ecocosmética y sus virtudes.
  10. Firma y apoya campañas globales ecológicas. Aunque muchas personas son escépticas en este punto, el poder ciudadano global unido puede hacer grandes cambios. Lucha contra los grandes poderes que buscan lucrarse con el deterioro ambiental. Informa a tu entorno y difunde campañas de concienciación ciudadana cuyos objetivos sean hacer de nuestro planeta un lugar mejor.